Es la propiedad más importante del ozono y por la que más ampliamente es utilizado.
Puesto que el concepto microbio es muy amplio, abarcando básicamente toda forma de vida que no sea visible a simple vista y que requiera del uso de un microscopio para ser observado, englobamos dentro de él tanto a bacterias, como a virus, hongos o esporas.
Estos seres vivos permanecen sobre todo tipo de superficies, o bien flotan en el aire asociados a partículas de polvo o minúsculas gotas de agua en suspensión, siendo los causantes de muy variados tipos de enfermedades contagiosas, especialmente cuando se encuentran en sitios cerrados.
Estos microorganismos, que llamamos patógenos por su capacidad de provocar enfermedades contagiosas, han sido una gran preocupación desde el momento en que fueron descubiertos y se ha recurrido a muchos métodos químicos para combatirlos con mejores o peores resultados.
Al lado de todos las sustancias y métodos químicos empleados, el ozono puede ser considerado como el agente microbicida más rápido y eficaz que se conoce y su acción antiséptica posee un amplio espectro que engloba a la mayoría de los microbios antes citados: bacterias (efecto bactericida),virus (efecto viricida), hongos (efecto Funguicida), esporas (efecto esporicida). A continuación explicamos en detalle cada una de las propiedades antisépticas que hemos citado y como actúa el ozono en cada caso:
Efecto bactericida del ozono
Desde principios de siglo XX, se empezó a usar para el tratamiento del agua. Posteriormente para purificar el aire e incluso directamente sobre el organismo humano con fines terapéuticos (Ozonoterapia). Una de las ventajas más importantes del ozono con respecto a otros bactericidas es que este efecto se pone de manifiesto a bajas concentraciones (0,01 p.p.m. o menos) y durante periodos de exposición muy cortos es ya perfectamente observable un efecto bacteriostático.
La diferencia entre un efecto bactericida y un efecto bacteriostático es sencilla: un agente bactericida es capaz de matar a las bacterias; un agente bacteriostático no llega a matarlas, pero si les impide reproducirse, frenando rápidamente el 2=2127(&#HV
Eliminación de Bacterias, Virus, Mohos, Hongos, Ácaros,… y Olores de todo tipo. Aportando finalmente como residuo Oxígeno (O2)
crecimiento de sus poblaciones. Aunque teóricamente sean efectos muy distintos, en la práctica una población de bacterias sin capacidad de reproducción es una población condenada a su desaparición. De hecho, agentes antimicrobianos tan importantes como algunos antibióticos basan su poder en una acción bacteriostática.
Efecto viricida del ozono
Los virus, hoy considerados frontera entre los seres vivos y la materia inerte, no son capaces de vivir ni de reproducirse si no es parasitando células a las que ocasiona su destrucción.
A diferencia de las bacterias, los virus siempre son nocivos y provocan enfermedades tan comunes como la gripe, el catarro, el sarampión, la viruela, la varicela, la rubéola, la poliomelitis, el SIDA (VIH), la hepatitis, etc.
El ozono actúa sobre ellos oxidando las proteínas de su envoltura y modificando su estructura tridimensional. Al ocurrir esto, el virus no puede unirse a ninguna célula hospedadora por no reconocer su punto de anclaje, y al encontrarse desprotegido no puede reproducirse y muere.
Efecto funguicida del ozono
Existen ciertos tipos de hongos que tienen capacidad de provocar enfermedades. Otros muchos son capaces de ocasionar alteraciones en nuestros alimentos haciéndolos inaceptables para su consumo, como es el caso, del moho.
Con la ozonización eliminaremos estas formas patógenas, cuyas esporas están en todo tipo de ambientes, evitando también posibles daños celulares.
Efecto Esporicida
Existen algunos hongos y bacterias que cuando las condiciones son adversas para su desarrollo o reproducción, fabrican una gruesa envoltura alrededor de ellas y paralizan su actividad metabólica, permaneciendo en estado latente. Cuando las condiciones para la supervivencia vuelven a ser favorables su metabolismo recupera la actividad.
Estas formas de resistencia se conocen como esporas y son típicas de bacterias tan patógenas como las que provocan el tétanos, la gangrena, el botulismo ó el ántrax.
Este tipo de mecanismo de resistencia hace muy difícil luchar contra ellas y tratamientos útiles en otros casos como las altas temperaturas y multitud de antimicrobianos, se vuelven ineficaces. Con la ozonización del medio en el que sobreviven son eliminados radicalmente.